La instalación del sistema fue concluida en el mes de mayo de 2001, iniciándose la etapa de operación y el proceso de evaluación.

El contrato estableció la medición de tiempos de viaje de 15 trayectorias de la ciudad como base para la determinación de la eficiencia del sistema.

Dichas mediciones, así como el cálculo general de la eficiencia, son realizadas cada 4 meses por la Universidad Autónoma de Nuevo León.

La empresa ganadora ofreció una mejora de la fluidez del tránsito de un 24% en relación al año base 2000, con un plazo de 1 año para lograrlo.

La primera medición, al inicio de la operación, arrojó una mejora del 19%, lo que representa un 79% de la meta programada por el contrato.

La segunda medición arrojó una mejora del 24%, cumpliéndose con la meta fijada, misma que deberá mantenerse durante la vigencia del contrato.